relaciones humanas emociones relaciones exitosas relaciones superficiales paradigmas personales miedo patrones de pensamiento aprobacíon baja autoestima juzgar criticar responsabilidad víctimas inspiración fortaleza
En las relaciones humanas uno de los factores que juega un papel importante son nuestras emociones, la calidad de estas determina el que tengamos relaciones exitosas o simplemente relaciones superficiales.
Al considerar las emociones es conveniente destacar que cada persona tiene un concepto relativo de ellas marcado por su propia experiencia y por el entorno en el que creció y en el que desenvuelve actualmente. Esto tiene que ver con los paradigmas personales y de grupo que puedan existir en su medio.
Una de las emociones que a mi juicio es la más inútil que podamos albergar los seres humanos en nuestro convivir diario con las demás personas en nuestras relaciones.
Esta emoción es el miedo.
Cuando te estoy diciendo que el miedo es la emoción más inútil que pueda albergar el ser humano, y sobre todo en nuestras relaciones, estoy siendo totalmente categórico con ello.
El miedo es una emoción que nos paraliza y neutraliza cuando lo experimentamos, no te permite actuar ni tomar decisiones y esto hace que no crezcas, por lo tanto no vives, solo existes. Esta emoción no te permite vivir una vida significativa y te permite estar a gusto contigo, esto deriva que no puedas estar plenamente a gusto con alguien más, es decir, con tus relaciones.
En este punto si te permites reconocer que esta emoción esta dentro de ti, estarás dando un gran paso hacia una vida llena de satisfacciones y logros.
Ahora te preguntarás… pero ¿Cómo? ¿El hecho de reconocer un factor negativo en mi puede ayudarme?
Seguro que no es la primera vez que lo escuchas, te diré que “El primer paso para solucionar cualquier situación es reconocer que existe una situación deseable de mejorar”. Y en tu caso el hecho de atreverte a reconocer que existe en tu propio mundo emocional un factor que de alguna manera sabotea nuestros propósitos, hace que empiece a actuar tu Poder Interior que es totalmente contrario a la vulnerabilidad que nos hace sentir el Miedo.
Una vez estas consciente y has podido reconocer lo anterior, esto ya en sí, es un gran avance que te ha posicionado a medio camino de solucionarlo y en el cual, simplemente, estás a dos pasos del éxito, sólo te resta decidir hacer algo al respecto y ejecutarlo. Ahora de lo que se trata es de emplear la coherencia, de sincronizar lo que piensas, dices, sientes y haces, dirigiéndolo por medio de tu voluntad consciente hacia una meta que te permita expresar a plenitud tu esencia.
Tú esencia esta plena de voluntad, capacidad y armonía donde el miedo no tiene cabida. Pero, ¿Cómo lograrlo? Cuando te haces esta pregunta quiere decir que ya diste el segundo paso, decidir hacer algo al respecto y ya estas a dos tercios del camino hacia el éxito.
Para cubrir las necesidades en este punto tienes que informarte cómo lo vas a llevar a cabo. Sigue leyendo y averiguarás más cosas.
El miedo y las relaciones son incompatibles. El Miedo, que es una emoción que se manifiesta de diferentes maneras, puede hacerte huir del Amor y de la Intimidad y no posibilitarte conseguir aquellas cosas que dices que quieres.
Estos patrones de pensamiento empiezan a una edad muy temprana y afectan a nuestras relaciones. Te hacen desperdiciar una gran cantidad de energía al experimentar una y otra vez los mismos errores y en definitiva te hacen ver la vida desde dos puntos de vista: o blanco o negro. Estos patrones hacen percibirte como una persona perfecta o inútil, sin término medio. Si experimentas el miedo muy seguido, tiendes alejarte de ti, en sentido figurado, es como si te olvidaras de creer en ti para resignarte a vivir adormecido, permitiendo que otras personas dirijan tu vida causando una gran desesperación en tu corazón y haciendo que te sientas que vives a medias.
Cuando la persona despierta de su sueño, el cual le hacía creer que su vida se había reducido a eso, está en capacidad de retomar las riendas de su voluntad y tomar rumbo hacia la plenitud de su existencia.
Para que puedas reconocer este tipo de patrón en ti y en otros y no caer en él o si ya estás inmerso en uno de ellos poder darle la vuelta y reencaminar tu vida, te expongo algunos de ellos juntos con sus causas y soluciones.
-Sentirse que uno no vale nada y que nadie es capaz de amarte.
Esto es una tendencia un poco radical y quienes la experimentan, cuando dicen “Te Amo”, simplemente están buscando aprobación primero y afecto después. Las personas que experimentan este patrón necesitan sentirse aceptadas antes que amadas.
Esto es una señal de una baja autoestima y la solución más conveniente para la persona es trabajar en la reconstrucción del amor propio mediante la aceptación de lo que realmente somos sin importar lo que hacemos.
-Creer que la mejor defensa es un ataque.
Por lo general estas personas temen ser atacadas, tienden a ser muy desconfiadas y viven con el constante temor de que alguien va a salir de la nada y atacarles, por lo que desarrollan un mecanismo de defensa mediante un primer ataque. Estas personas tienden a desprenderse y aislarse por sentirse vulnerables y temer ser heridas, que en realidad es su mayor temor, y como resultado terminan sintiéndose muy solas. La forma más común que tiene estas personas de sabotear sus relaciones es poniendo distancia al juzgar y criticara todos. Normalmente no hacen otra cosa que criticar a todo por todo y por nada.
Para superar este patrón lo más recomendable es comenzar por recuperar la confianza en sí mismo, ayudándose para ello en reconocer la inmensa capacidad que tiene para crear el caos en que se ha convertido su vida, y convencerse que puede emplear esa misma capacidad para construir la vida que realmente desea vivir.
-Permanecer totalmente pasivo en una relación.
Al asumir este comportamiento sienten que nunca tienen que tomar una decisión o emprender una acción. Evidentemente estas personas que siempre contestan con un “no sé”, “me da igual” y frases por el estilo, en el fondo no se sienten merecedoras de nada y es por eso que no hacen nada. Esto por supuesto revela una baja autoestima.
La salida más sencilla en este caso es reconocer que por derecho de nacimiento merecemos ser felices. Como ayuda se puede observar la simpleza y perfección de la naturaleza, en la cual hasta el más diminuto insecto tiene todas sus necesidades previstas antes de nacer.
-Actuar con Impaciencia e Intolerancia.
La impaciencia y la intolerancia también podrían ser causados por el miedo si se presentan de una manera compulsiva y sistemática. Por medio de ese patrón de comportamiento se logra alienar e irritar a otros al actuar impaciente e intolerantemente hacia ellos. ¿Resultado?, ¿Tú qué crees?, claro, son puestos al margen o por lo menos rechazados según las circunstancias lo permitan. Este comportamiento revela inseguridad al relacionarse por temor a que se descubran sus, casi siempre ligeras pero percibidas como inmensas, incapacidades.
Para solventar este comportamiento lo más sencillo es aceptar que si bien la perfección es un ideal deseable de alcanzar, mientras la alcanzamos podemos encontrar ideas prácticas que nos permitan desenvolvernos armónicamente. Una ayuda puede ser el aceptar que hace falta más valor para reconocer un defecto que para intentar, infructuosamente, ocultarlo y despertar a la realidad de que somos aceptados tal cual como somos. Esto por lo general genera un alivio tan grande que es fácil aceptar la realidad y emplear el valor recuperado para, ahora sí, hacer lo mejor de ella.
-Culpar a los demás y no tomar Responsabilidad en la Vida.
¿Has conocido alguna vez a una persona que siempre culpa a otros por todo, llegando a calificarles hasta de abusadores y nunca acepta la responsabilidadpor los resultados de sus acciones?
Este es el miedo disfrazado de víctima, tienden a transferir su responsabilidad a otros por temor a que les pase algo bueno, Si algo bueno. Parece extraño, pero las personas que experimentan este patrón se han convencido de que a ellas solo pueden pasarles cosas malas, y por consiguiente se las arreglan para sabotear todo de manera que así suceda. Por supuesto, con este comportamiento alejan a las personas y esto a su vez les hace sentirse másvíctimas.
Para superar esta situación ayuda aceptar que somos los que decidimos nuestro propio destino y nosotros elegimos cual realidad queremos. Si tiene alguna duda solo tiene que remitirse a los hechos presentes y observar su vida actual. Una vez recuperado el poder de decisión y creación nuestra realidad presente, es sencillo darle un cambio radical a lo que hasta ahora habíamos creado para convertirlo en algo diferente que nos armonice internamente.
-Exigir y demandar mucho pero retribuir con muy poco a cambio.
Aquellas personas que nunca parecen tener suficiente, están siempre exigiendo más, y tienden a demandar mucho de una relación pero a retribuir con muy poco a cambio, por lo general en el fondo temen ser controladas y/o abandonadas.
Esta manera en la que se manifiesta del miedo hace que quienes lo padecen lleven el autocontrol al máximo, y a desarrollar fuertes adicciones, no necesariamente a substancias, también a cosas, rutinas o personas. Aquí lo que se pone de manifiesto es una gran carencia, un vacío muy grande que sienten que nada ni nadie puede llenar. En estos casos lo más común es que la persona olvidó sus orígenes y ha perdido contacto con su ser interno, fuente deinspiración y fortaleza.
Para recuperar ese contacto y reconstruir la armonía basta con recordar nuestra contraparte interna y entrar en comunicación con ella mediante la meditación, oración o cualquier otra actividad que resulte agradable para permitirle manifestarse y poner las cosas en orden.
Una vez logrado esto, lo que antes eran demandas y exigencias se convierten en aprecio y agradecimiento.
-Manifestaciones de terquedad.
La terquedad también puede ser una de las maneras que emplea el miedo para disfrazarse, en este caso se manifiesta como rebeldía y terquedad por el rechazo a la autoridad. La causa está generalmente en la falta de seguridad, y el sentirse amenazado por alguien que tiene apoyo reconocido.
Para superar este patrón es importante reconocer que la autoridad, idealmente, existe para velar por el cumplimiento de las normas para el bien común y eso nos incluye; y recordar que la existencia de esa autoridad de ninguna manera nos resta autoridad a nosotros. Al concentrarnos en nuestra propia autoridad reconociéndola en la manera que la empleamos para decidir sobre los eventos cotidianos, comprendemos mejor su alcance, nos volvemos conscientes de nuestro poder y decidimos emplearlo de forma constructiva.
Lo anterior son simplemente algunas de las maneras más comunes en que se manifiesta el miedo para sabotear las relaciones humanas, todos tenemos algunos de estos miedos hasta que emprendemos un trabajo de crecimiento y desarrollo personal, que nos permita entrar en contacto con nuestra realidad interna para permitirle manifestarse superando cualquier obstáculo que encuentre a su paso.
Comprendiendo estos detalles es fácil entender porque las relaciones pueden ser tan complejas e interesantes a la vez. Es en gran medida el miedo el que nos impide lograr vidas satisfactorias y gratificantes.
Te he mostrado las dos caras de la moneda: el sentimiento de vulnerabilidad que proviene del miedo y la libertad que proviene de permitir que se exprese toda nuestra capacidad empleando nuestro poder constructivamente.
Si encuentras que te identificas con alguno de los puntos señalados ¡Alégrate!
Si, en serio, ha llegado el momento de que lo liberes.
El solo hecho de reconocerlo revela que eres capaz de lógralo. ¡Atrévete y Confía!
EDU LOPEZ