domingo, 12 de enero de 2014

Por fin, la verificación científica de la unidad cuerpo-mente-espíritu descrita en ¿¡Y tú qué sabes!? y sus aplicaciones en tu propio cuerpo.

Los pensamientos curan mas que los medicamentos

Bruce H. Lipton es biólogo celular. Con un pie dentro de la ciencia y con el ojo puesto en la vida, este original científico basa sus investigaciones en la autoobservación. Ha sido profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wisconsin. Después de varios años de enseñanzas, se convirtió en un pionero del estudio científico de la biología celular en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford. Sus experimentos, junto a los de otros líderes en el campo de la biología, han examinado minuciosamente los mecanismos con los cuales las células reciben y procesan información.

Los resultados de estos estudios han cambiado radicalmente el entendimiento del funcionamiento de la vida por medio de dos nuevas corrientes científicas, la transducción y la epigenética. Su trabajo nos muestra que los genes y el ADN, no controlan nuestra biología, como lo enuncia la escuela de Darwin de determinismo genético o herencia, sino que los genes y el ADN están controlados por señales externas, incluyendo los mensajes energéticos emanados por nuestros pensamientos positivos y negativos. Este nuevo concepto unifica la biología celular con la física cuántica, al mostrarnos que nuestro cuerpo puede cambiar si cambiamos nuestra forma de pensar.

Lipton reclama una nueva medicina,  que tenga en cuenta la energía por su capacidad para curar. Supuestamente curamos nuestras enfermedades con medicamentos, pero sus efectos secundarios son perversos. En esta entrevista para El Correo del Sol, Bruce Lipton nos habla de sus apasionantes descubrimientos, de la ciencia controlada por el dinero, o de la importancia de nuestras creencias a la hora de sanar

¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina?

Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: "¿Qué medicina hay que darles?" ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad.

¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?

Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa.

Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.

En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?

No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.

¿Está diciendo que el efecto placebo "creer que algo nos sanará" es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.

Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos.

¿Se puede poner energía en una cápsula?

Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. El dinero controla la ciencia.

Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.

He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células.

Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas.

La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se interfiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer.

La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.

Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.

Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario.

De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas.

Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células.

La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible.

Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro?

Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.

Y eso enlaza con la física cuántica...
Totalmente

Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?


La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo.

Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos... pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad.

La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer.

Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado. Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento? Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo. Pero no lo podemos controlar.

Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.

Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se "programa" su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.

¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?

Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa informacion, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: "Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico", pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: "¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?". Los pensamientos positivos, el conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes.

Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente.

Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis celulas y las tralado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno.

Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.

¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?

Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate? Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado?

Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser.

Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.

Bruce Lipton durante una de sus conferencias, Realograma

(FUENTE: El Correo del Sol)

Si quieres profundizar más en las teorías de Bruce Lipton, te recomendamos estos 2 libros:

La biología de la transformación La biología de la transformación, con el 5% de descuento
Los puntos de vista, las creencias y los razonamientos antiguos no nos ayudarán a solucionar la situación actual ni a alcanzar una nueva. Nuestra supervivencia está en peligro. Necesitamos un nuevo paradigma. Necesitamos una evolución espontánea.

Tras el éxito de La biología de la creencia, este nuevo libro apoya la idea de que nuestro planeta experimentará una remisión espontánea una vez que aceptemos nuestra responsabilidad. Nos enseña que todos podemos cambiar la programación para crear el mundo que siempre hemos soñado.

En contraposición a lo que la ciencia y la religión nos han dicho siempre, la evolución no es ni aleatoria ni predeterminada, sino una danza bastante inteligente entre los organismos y el entorno. Cuando las condiciones son las propicias, ocurre algo impredecible que genera un nuevo equilibrio en la biosfera, un equilibrio con un nivel superior de coherencia o cohesión.

Durante milenios, los maestros espirituales nos han señalado la dirección del amor. Ahora la ciencia confirma esa antigua sabiduría. Todos y cada uno de nosotros somos las células del cuerpo de un superorganismo gigante en desarrollo al que llamamos «humanidad». Los humanos podemos decidir ascender hacia ese nuevo nivel de existencia o, a la manera de los dinosaurios, quedarnos en el camino.

«La biología de la transformación es el mapa de vida que estábamos esperando. Con la mezcla justa de humor espiritual y solidez científica, Bruce Lipton y Steve Bhaerman proyectan una nueva luz holística sobre la nueva civilización emergente».Gregg Bradden, autor de La matriz divina.

«Las implicaciones de este poderoso libro tienen el potencial para cambiar el mundo». Deepak Chopra, autor de El tercer Jesús.

«La Biología de la transformación es un libro que cambiará el mundo ofreciendo una esperanzadora visión del destino de la humanidad». Thom Hartmann, autor de The Last Hours of Ancient Sunlight

La Biología de la Creencia (Cartoné) La biología de la creencia, con el 5% de descuento

Por fin, la verificación científica de la unidad cuerpo-mente-espíritu descrita en ¿¡Y tú qué sabes!? y sus aplicaciones en tu propio cuerpo.

La biología de la creencia es un libro revolucionario en el campo de la Biología moderna. Su autor, un prestigioso biólogo celular, describe con precisión las rutas moleculares a través de las que nuestras células se ven afectadas por nuestros pensamientos gracias a los efectos bioquímicos de las funciones cerebrales.

Con lenguaje sencillo, múltiples ilustraciones, humor y ejemplos actuales, el doctor Lipton explica que los genes y el ADN no controlan nuestra biología, sino que es el ADN el que está controlado por las señales procedentes del medio externo celular, entre las que destacan los poderosos mensajes que provienen de nuestros pensamientos positivos y negativos. De esta manera, nuestro cuerpo puede cambiar realmente si reeducamos nuestra forma de pensar.

domingo, 5 de enero de 2014

El siete es la marca del año 2014. Entrevista de El Colombiano a Cesar Morales

El siete es la marca del año 2014

Desde la numerología, este año corresponde al número 7, que llama a cambiar y dejar atrás todo lo malo, aprender de la experiencia y comenzar un ciclo.
POR JOSÉ ALEJANDRO PÉREZ M. | Publicado el 3 de enero de 2014
Si se suman los dígitos que componen el año 2014, su resultado es 7, y este guarismo dentro del estudio de la numerología es un símbolo importante, y su influencia debe marcar el transcurrir de este año que apenas empieza.

Según explica el arquitecto y sicoastrólogo, César Morales, el número 7 lleva al despertar de una conciencia espiritual para la transformación y el cambio.

Una idea que refuerza la experta en temas esotéricos Osiris Ríos, quien señala que se trata de un año de liberación. "Las personas salen de un túnel en el que se encontraban encerrados", explica de manera gráfica el simbolismo de este año marcado por el séptimo número natural.

Esto también genera mucha tensión, señala Elena Molina, porque "se tienen que dejar atrás muchos apegos para iniciar una nueva etapa".

Lo pasado, pasado
La clave para aprovechar, desde el punto de vista numerológico, las oportunidades que puede representar el año está, dice César Morales, en "no volver a cometer los errores que se cometieron en el pasado".

Según su perspectiva, este es un año que en diferentes ámbitos ofrece posibilidades de reformular expectativas. "Desde lo financiero es un año para transformar, pagar las deudas y evitar que se dupliquen. En el amor es un año para renovar votos. En las relaciones familiares es un periodo para fortalecer la unión". Y también, cómo no, en un año político en Colombia, este experto señala que las alianzas serán claves para quienes aspiran a algún cargo, "pero se debe filtrar muy bien con quien se hacen esas alianzas".

Aunque las alianzas no serán solo políticas. "El número siete es un fusionador energético". Por eso, recomienda que en cualquier sociedad (personal o de negocios) que se haga este año se analice muy bien la contraparte, porque su karma puede afectar o beneficiar al unirse con el karma propio.

"Si se dejan atrás los hechos negativos del pasado, puede haber recompensas este año, o en 2016, que sumaría 9, y es también un número fundamental dentro de esta práctica".

El número de destino
Para los estudiosos de la numerología, el análisis no solo se limita a la suma de los dígitos que conforman el año.

Explica Osiris Ríos que también cada persona tiene su número resultado de la suma de la fecha de nacimiento (día, mes y año) esa cifra de dos dígitos resultante se suma y debe generar una cifra entre 1 y 9. 

A ese número se le suma el número de este año, en este caso, el 7 y el resultado es el número del año personal (si es un número de dos dígitos, como 11, se suman -1+1- y su resultado es el año de cada quien)

Así, Osiris Ríos señala que para quienes están en su año 1 (el año personal 3, más el año 7) se inicia un nuevo ciclo. Es un año para emprender, para iniciar sociedades. Para encontrar amores.

Quienes se encuentran en su año 2, es un año de dificultades, algo penoso. La paciencia es clave.

Si su año es el 3, lo espera un periodo de alegría, de obsequios y sorpresas. Descanso espiritual.

Para los que empiezan el año 4, es el momento de sembrar, de comenzar un proyecto, una idea, pero con la visión de largo plazo.

Por el contrario, para los que inicia su año destino 5, se presagian cambios bruscos, inesperados. Un año inquieto.

En el caso de las personas en su año 6, tienen la oportunidad de renovar sentimientos, un año bueno para la familia. Casarse por ejemplo sería una buena decisión.

Los que están en su año 7 están acabando un ciclo. No es un año de grandes acontecimientos, es más de balances.

En el año destino 8 las personas recogen lo que han sembrado

Y finalmente, el año destino 9 es para romper lazos, de acabar todo lo que debe acabarse en todos los aspectos de la vida.

ANTECEDENTES

EL 7 ES UN NÚMERO SIMBÓLICO

El número siete hace parte, sin que nos demos cuenta, de varias facetas de la vida. Quien no ha repetido los siete colores del arco iris, o quién no se sabe los siete días de la semana. Siete son también las notas musicales y los mares. En Grecia había siete sabios. Y en el cuerpo se encuentran siete chakras. Siete son las maravillas del mundo antiguo. Y en el campo de la religión católica, siete son los sacramentos.

Y para aquellos más mundanos y menos preocupados por lo espiritual, los pecados capitales totalizan también siete.

EN DEFINITIVA

Un año para tomar decisiones, cambiar, cerrar ciclos y abrir otros. Eso es lo que el 2014 representa desde el punto de vista de los estudiosos de la numerología. El año suma 7: 2+0+1+4

viernes, 20 de diciembre de 2013

7 Consejos para trascender al Ego


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He aquí siete recomendaciones para ayudarte a trascender esas arraigadas ideas de la vanidad. Todas ellas están destinadas a evitar que te identifiques en una clave falsa con el ego y la vanidad.
1.- NO TE SIENTAS OFENDIDO: La conducta de los demás no es razón para quedarte inmovilizado. Lo que te ofende sólo contribuye a debilitarte. Si buscas ocasiones para sentirte ofendido, las encontrarás cada dos por tres. Es tu ego en plena acción, convenciéndote de que el mundo no debería ser como es. Por supuesto, actúa para erradicar los horrores del mundo, que emanan de la identificación masiva con el ego, pero vive en paz. Sentirte ofendido crea la misma energía destructiva que te ofendió y que lleva al ataque, al contraataque y a la guerra.

2.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE GANAR: Al ego le encanta dividirnos entre ganadores y perdedores. Empeñarte en ganar es un método infalible para evitar el CONTACTO CONSCIENTE CON TU CORAZÓN ¿Por qué? Porque, en última instancia, es imposible ganar todo el tiempo. Siempre habrá alguien más rápido, más joven, más fuerte, más listo y con más suerte que tú, y siempre VOLVERÁS A SENTIRTE INSIGNIFICANTE Y DESPRECIABLE.
Tú no eres tus victorias. Puede que te guste la competición y que te diviertas en un mundo en el que ganar lo es todo, pero no tienes por qué estar allí con tus pensamientos. No existen perdedores en un mundo en el que todos compartimos la misma fuente de energía. Lo más que puedes decir es que en determinado día rendiste a cierto nivel en comparación con el nivel de otras personas ese mismo día.
Pero hoy es otro día, y hay que tener en cuenta otros competidores y otras circunstancias. Tú sigues siendo la presencia infinita en un cuerpo que es un día una década mayor. Olvídate de la necesidad de ganar no aceptando que lo opuesto de ganar es perder. ESE ES EL MIEDO DEL EGO. Si tu cuerpo no rinde para ganar ese día, sencillamente no importa, si no te identificas exclusivamente con tu ego. Adopta el papel de observador, mira y disfrútalo todo sin necesitar ganar un trofeo. Vive en paz, irónicamente, aunque apenas lo notes, en tu vida surgirán más victorias a medida que dejes de ir tras ellas.

3.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE TENER RAZÓN: El ego es fuente de conflictos y disensiones porque te empuja a hacer que los demás se equivoquen. Cuando eres hostil, te has desconectado con tu fuerza. El Espíritu creativo es bondadoso, cariñoso y receptivo, y está libre de ira, resentimiento y amargura. Olvidarse de la necesidad de tener siempre razón en las discusiones y las relaciones es como decirle al ego: «No soy tu esclavo. Quiero abrazar la bondad y rechazo tu necesidad de tener razón. Aún más; voy a ofrecerle a esta persona la posibilidad de que se sienta mejor diciéndole que tiene razón y darle las gracias por haberme encaminado hacia la verdad».
Cuando te olvidas de la necesidad de tener razón puedes fortalecer la conexión con la fuerza de la intención, pero ten en cuenta que el ego es un combatiente muy resuelto. He visto personas dispuestas a morir antes que dejar de tener razón. He visto cómo acababan relaciones maravillosas por la necesidad de ciertas personas de llevar siempre la razón. Te propongo que te olvides de esta necesidad impulsada por el ego parándote en medio de una discusión para preguntarte: “¿Qué quiero? ¿Ser feliz o tener razón?”. Cuando eliges el modo feliz, cariñoso y espiritual, se fortalece tu conexión con la intención. En última instancia, estos momentos expanden tu nueva conexión con la fuerza de la intención. La Fuente universal empezará a colaborar contigo en la creación de la vida que la intención quiere que lleves.

4.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE SER SUPERIOR: La verdadera nobleza no tiene nada que ver con ser mejor que los demás. Se trata de ser mejor de lo que eras antes. Céntrate en tu crecimiento, con constante conciencia de que no hay nadie mejor que nadie en este planeta. Todos emanamos de la misma fuerza vital. Todos tenemos la misión de cumplir la esencia para la que estamos destinados, y tenemos cuanto necesitamos para cumplir ese destino. Nada de esto es posible cuando te consideras superior a los demás. No por viejo es menos cierto este dicho: Todos somos iguales ante los ojos de Dios. Olvídate de la necesidad de sentirte superior al ver a Dios revelándose en todos. No valores a los demás basándote en su aspecto, sus logros, posesiones y otros baremos impuestos por el ego. Cuando proyectas sentimientos de superioridad, eso es lo que te devuelven, y te lleva al resentimiento y en última instancia a sentimientos de hostilidad. El sentirse especial siempre establece comparaciones. Se produce por una carencia que se ve en el otro y que se mantiene buscando y no perdiendo de vista las carencias que puede percibir.

5.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE TENER MÁS: El mantra del ego es más. Por mucho que logres o adquieras, tu ego insistirá en que NO ES SUFICIENTE. Te verás luchando continuamente y eliminarás la posibilidad de alcanzar la meta, pero en realidad ya la has alcanzado, y es asunto tuyo decidir cómo utilizar el momento presente de tu vida. Irónicamente, cuando dejas de necesitar más, parece como si te llegara más de lo que deseas. Como estás desapegado de esa necesidad, te resulta más fácil transmitírselo a los demás, porque te das cuenta de lo poco que necesitas para sentirte satisfecho y en paz. La Fuente universal está satisfecha de sí misma, en continua expansión y creando nueva vida, sin intentar jamás aferrarse a sus creaciones por sus recursos egoístas. Crea y se desliga. Cuando te desligas de la necesidad del ego de tener más, te unificas con la fuente. Creas, atraes lo que deseas hacia ti y te desligas, sin exigir que se te presente nada más. Si valoras todo lo que surge, aprendes la gran lección que nos dio san Francisca de Asís: «… es dar cuando recibimos». Al permitir que la abundancia fluya hasta ti y a través de ti, estableces correspondencia con la Fuente y aseguras que esa energía siga fluyendo.

6.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE IDENTIFICARTE CON TUS LOGROS: Puede resultar un concepto difícil si piensas que tú y tus logros sois lo mismo. Dios escribe toda la música, Dios canta todas las canciones, Dios construye todos los edificios. Dios es la fuente de todos tus logros. Y ya oigo las protestas de tu ego, pero sigue sintonizado con esta idea. Todo emana de la Fuente. ¡Tú y tu Fuente sois uno y lo mismo! No eres ese cuerpo y sus logros. Eres el observador Fíjate en todo y agradece las capacidades que te han sido concedidas, la motivación para lograr cosas y las cosas que has acumulado. Cuanto menos necesites atribuirte el mérito de tus logros más conectado estarás con las siete caras de la intención, más libre serás de conseguir cosas, que te surgirán con más frecuencia. Cuando te apegas a esos logros y crees que lo estás consiguiendo tú solo es cuando abandonas la paz y la gratitud de tu Fuente.

7.- LIBÉRATE DE TU FAMA: La fama que tienes no está localizada en ti, sino en la mente de los demás y, por consiguiente, no ejerces ningún control sobre ella. Si hablas con treinta personas, tendrás treinta famas distintas. Conectarse a la intención significa ESCUCHAR LOS DICTADOS DE TU CORAZÓN y actuar basándote en lo que TU VOZ INTERIOR te dice que es tu meta aquí. Si te preocupas demasiado por cómo te van a percibir los demás, te habrás desconectado de la intención y permitido que te guíen las opiniones de los demás. Así funciona el ego. Es una ilusión que se alza entre ti y la Fuerza de la intención. No hay nada que no puedas hacer, a menos que te desconectes de la fuerza y te convenzas de que tu meta consiste en demostrarles a los demás tu superioridad y autoridad y dediques tu energía a intentar ganar una fama extraordinaria entre el ego de los demás. Haz lo que haces según la orientación de tu voz interior, siempre conectada con tu Fuente y agradecida a ella.
Mantén tu propósito, deslígate de los resultados y acepta la responsabilidad de lo que reside en ti: tu carácter. Deja que otros discutan sobre tu fama; no tiene nada que ver contigo. O como dice el título de un libro: Lo que pienses de mí no es asunto mío.

AUTOR: Wayne W. Dyer

miércoles, 18 de diciembre de 2013

LOS HÁBITOS


  • LOS HÁBITOS

    1. En la psicología el “hábito” se define como un comportamiento que es repetido de manera consciente o inconsciente, el cual ya forma parte de nuestra vida.

    2. Para que un hábito se forme en una persona debe practicarlo durante varias ocasiones, así tanto el cuerpo como la mente se acostumbrará a este hecho.

    3. Nuestros hábitos creados se pueden volver necesidades, ya que éstos nos pueden llevan a realizar ciertas acciones de una forma automatizada e inconsciente.

    4. Nuestros valores, ideas, sentimientos y experiencias significativas van definiendo cada nuevo hábito ya sea éste malo o bueno para adoptarlo en nuestra vida.

    5. Cada persona suele moldear ciertos hábitos de acuerdo a su forma de ser y de actuar, esto sucede por las influencias que ha recibido en los medios y en el entorno social.

    6. Existen diferentes tipos de hábitos, estos pueden ser físicos, alimenticios, afectivos, sociales, morales, intelectuales, mentales y emocionales, entre muchos otros.

    7. Los buenos hábitos son todos aquellos que posibilitan nuestro crecimiento, permiten mejorar, madurar, alcanzar objetivos y todas las metas propuestas.

    8. Los hábitos positivos pueden parecer en principio incómodos para algunas personas, sin embargo, los beneficios a largo plazo son realmente extraordinarios.

    9. Los malos hábitos son todos aquellos que limitan el desarrollo, los que no te permiten llegar a ser un mejor tú y los que no te deja revelar tu verdadero ser.

    10. ¿Actualmente qué malos hábitos estas practicando?, debemos saber que si no corregimos ciertos hábitos, los sueños que actualmente tenemos se nos pueden acabar.

    11. La satisfacción inmediata es el principal motivo por lo cual resulta muy fácil adquirir todo tipo de malos hábitos, en principio, estos pueden resultar muy atractivos.

    12. Sin embargo, a la larga, las consecuencias son desastrosas para la vida de una persona que cuenta con una serie de malos hábitos en su forma de vida actual.

    13. Los malos hábitos nos pueden arrastrar hacia situaciones muy problemáticas, accidentes, enfermedades graves o incluso la muerte.

    14. Los hábitos que adoptemos en una determinada etapa de nuestra vida, definirán en gran medida los resultados que obtengamos en la vida.

    15. Si en la actualidad somos ricos, pobres, proactivos o perezosos, es porque tenemos ciertos hábitos que programaron la manera como nuestra vida se ha desarrollado.

    16. Pero al implementar nuevos hábitos, estos nos llevarán al éxito inevitablemente, existe una enorme lista de hábitos positivos que podemos crear en nuestra vida.

    17. Para cambiar los malos hábitos, solamente hay que sustituir la acción habitual por un habito nuevo y repetir el comportamiento hasta hacerlo parte de nosotros.

    18. El nuevo hábito deberá repetirse conscientemente guiado por pensamientos positivos, así este nuevo hábito formará parte de nuestra vida automáticamente.

    19. Para los expertos, el cambiar un mal hábito por otro bueno nos propiciará una reacción en cadena también en otros ámbitos y nos llevaran a un mejor nivel de vida.

    20. Generar conciencia acerca de la necesidad de adquirir buenos hábitos, también será parte de nuestra verdadera misión como seres espirituales.

    21. Debemos tomar conciencia de todos los malos hábitos que estamos practicando, ya que éstos nos pueden estar alejando de nuestro verdadero llamado.

    22. En el diario vivir siempre estamos en compañía de nuestros hábitos, mejor detengámonos por un momento y pensemos en todos los hábitos que actualmente portamos.

    23. Todos los buenos hábitos contribuyen a que los sueños se cumplan, por el contrario nuestros malos hábitos nos alejarán de nuestro verdadero propósito.

    24. Seamos conscientes que la mecánica de adquirir buenos hábitos funciona a nuestro favor y la de adquirir malos hábitos funcionará en la dirección contraria.

    25. Debemos cultivar conscientemente toda clase de buenos hábitos, ya que al practicarlos en un periodo determinado de tiempo nos llevarán a la cima del éxito.

    26. Al ser consciente que todos los buenos hábitos son la clave de todo éxito, ahora comprenderemos que los malos hábitos serán la puerta abierta al fracaso.

    27. Así con este conocimiento ejerzamos nuestro auto-control y adoptemos todo tipo de buenos hábitos para contribuir a nuestro verdadero desarrollo.

    28. El eficiente desarrollo de nuestro ser espiritual estará ligado a todos aquellos hábitos en nuestra vida que contribuyan a nuestra formación integral.

    29. Todo lo que hacemos repercute en todas las personas, así mismo las acciones de algunos de nuestros hábitos se pueden extender hasta lugares inimaginables.

    30. Así siendo conscientes de la existencia de los hábitos, desempeñaremos conscientemente en nuestro diario vivir las acciones correctas para nuestra meta eterna.

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    http://www.lailuminacion.com/includes/despertar_conciencia.asp?titulo=DESPERTAR+CONSCIENCIA
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lunes, 16 de diciembre de 2013

PETER O´TOOLE, EL ARTE DE SABER MORIR A LA HORA PERFECTA.

La vida física de una persona está inserta en un espacio tiempo que va desde el momento de su nacimiento hasta el momento de su muerte, un marco de tiempo en el que se desarrolla la Opera Prima de cada persona.
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Se nace en un momento preciso; año, mes, día y hora, y se muere en otro momento preciso, entre una fecha y otra, se desarrolla toda la vida. La pregunta es: ¿Está escrito el día del final?  Terrible pregunta. En mi opinión diría que hay momentos que pueden ser el día final, el día de la muerte, pero es dificilísimo saberlo con certeza, por eso el pronóstico es muy arriesgado y a veces es erróneo pues la muerte se puede prolongar un poco más de lo señalado.
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La Astrología, tal y como la conocemos actualmente es fruto de la cultura griega, tan es así que si quieres encontrar obras de Astrología en la biblioteca del Vaticano, hay que buscarlas en el apartado de Astronomía griega.  Los griegos tenían a las Parcas o las Moiras, unos personajes míticos imprescindibles de conocer para comprender su sentido y la llegada de la muerte.
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Por eso no se puede realizar un pronóstico acertado sobre la muerte de nadie, siempre pueden actuar las Parcas de bata blanca que son capaces de alargar la vida.
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Si embargo si que se pueden realizar análisis sobre la muerte, un análisis cuya finalidad es doble, aportar el mejor de los consuelo a los allegados y familiares del difunto y darse cuenta de que la Astrología es una ciencia superior de verdad, auténtica, escalofriante, pero verdadera, las muertes son una prueba de ello.
Peter O´Toole  nació el día 2 de agosto de 1932  y ha  muerto el día 14 de diciembre de 2013, en ese espacio tiempo nos deleitó con su trabajo de actor, montados en su ficción perfecta atravesamos la península de Arabia de Este a Oeste rozando en nuestras mejillas los dorados granos de arena del desierto, al tiempo que masticamos palomitas de maíz sentados en la sala del cine.
Carta del cielo de nacimiento de Peter O´Toole calculada a la hora del amanecer, lo que se conoce como carta solar, y a hora vamos a ver como funciona.
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En la torre de los 360 piscos del sistema armónico hay varias plantas con sus relojes especiales que giran en torno a la muerte.  La primera de  todas es el piso número 13 donde todo gira una vuelta cada 13 años y es el primer piso de la muerte.   
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El sistema astrológico está inscrito en el sistema del 12, doce signos y doce Casas conforman nuestro sistema, de tal manera que 12 por 13 dan un resultado de 156, el piso donde está el reloj de todas las muertes.  Para ver como funciona este reloj nada mejor que analizar la muerte de personajes tan famoso y conocidas como es Peter O´Toole.
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El los relojes de la muerte los planetas encargados de matar puede ser perfectamente Plutón y Saturno. Ya sabemos cómo se las gastan estos planetas así que si analizamos su influencia en el reloj de todas las muertes puede ser sorprendente, si es que te queda capacidad de sorpresa, porque aquí no hay truco, todo es pura matemática.
Hacer atacir es mover con un movimiento uniforme, a un ritmo particular, los planetas desde la posición radical hasta un momento del tiempo elegido.  Ahora voy a mover por atacir o dirección armónica uniforme, las mal llamadas profecciones, en el ciclo de 156 años, el reloj de todas las muertes para analizar la muerte del actor, pero sólo usaré los planetas Plutón y Saturno además del Sol.
En el ciclo de 156 años, el reloj de todas las muertes, el día de la muerte de Peter O´Toole, el atacir de Plutón llegaba al lugar de Saturno, al mismo tiempo el atacir de Saturno llegaba al lugar del Sol, dos atacires de la muerte mortales por necesidad.
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Además del reloj de todas las muertes, en el piso 96 está el reloj de las situaciones límite, las muertes entrañables y la muerte personal. La cifra de 96 viene de multiplicar 12, que es el número del sistema astrológico, por 8 que es el número de la Casa VIII, el escenario de la muerte, por eso es el reloj de las muertes personales, donde entra en juego la Casa VIII y los planetas regentes de dicha Casa. .En la carta de O´Toole, en la Casa VIII está Acuario y Piscis, cuyos regentes pueden ser Urano y Júpiter, aunque también podrían ser Saturno y Neptuno, pero en este caso dejan notar su marca Urano y Júpiter.
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Ahora voy a calcular el atacir del ciclo 96 años dejando únicamente a los planetas Urano y Júpiter.  
En el ciclo de 96 años, el reloj de las muertes personales, el atacir de Urano llega a la cúspide de la Casa VIII que está en Acuario (menos de 2 grados) al tiempo que forma oposición con el planeta Urano que es el co-regente de la Casa VIII, el escenario de la muerte.  Señales el cielo, mojones celestes que señalan el final de Opera prima de nuestro admirado actor de cine.

domingo, 8 de diciembre de 2013

La Escritura en los Procesos de Coaching

La Escritura en los Procesos de Coaching

Portal del Coaching | 4/12/2013  @PortaldCoaching
creatividad
Me tomé en serio el acto de escribir a resultas de un bloqueo en el que me vi envuelto. Tenía ideas pero no la forma de canalizarlas. En aquel momento todavía no era del todo consciente de lo importante que iba a ser la escritura en mi vida. Así, pues, decidí que ponerse a escribir de forma cotidiana, hubiese o no ideas concretas que expresar, podría ser bueno para evitar que una acumulación de ellas bloqueara la escritura. Es decir, escribir, aunque sólo sea para explicar los detalles corrientes que acontecen en la vida diaria. Una especie de crónica de los eventos en los que participo. O, dicho de otro modo, escribir como si se tratara de un mantenimiento del intelecto. Así, pues, un ejercicio sin par para darse uno cuenta la de cosas que pasan inadvertidas, todas ellas potencialmente maestras si uno se pone a contemplarlas con plena conciencia. La escritura es eso: conciencia.
Habituarse a escribir
Pues bien, una vez conquistado el hábito de escribir la escritura se va haciendo cada vez más fácil. Con ello no estoy diciendo que los motivos por los que uno se pone a escribir deban ser los que justifican finalmente la escritura. Por ejemplo, un libro que se escribe para plasmar una idea previa. En realidad, la escritura de justifica por lo que va sucediendo en paralelo en la vida de uno. Escribir es un compromiso con la realidad, con los matices de la realidad interior.
Te pones a escribir y los motivos procrean entre sí hasta hacer de ti un médium. Así, pues, y eso es lo que quería expresar, ya no escribes lo que previamente querías escribir sino que te abres mentalmente para que sea tu inconsciente el que se vaya pronunciando a través de tu actitud de escriba.
Sin embargo, y he aquí la cuestión, la escritura puede entrar fuerte en los procesos de coaching como canalizadora de procesos que sin ella pasarían desapercibidos. Se trata de comprometerse con la realidad, entendida ésta como construcción colaborada entre la persona y los hechos en los que participa.
Es decir, la escritura nos ayuda a tejer más consciente y profundamente el hilo que nos une a la trama de la vida.
Por otro lado, escribir es un acto que favorece el telurismo, el movimiento. Me refiero a una agudización de la percepción que se tiene de las dinámicas vitales. Ello supone, por otro lado, que la escritura va a favorecer determinadas sincronías. Uno escribe sobre “algo” y el “algo” sucede. Escribir provoca una mejor unión entre el inconsciente y el mundo, los cuales entrarán más fácilmente en resonancia hasta provocar que lo que se escribe y lo que sucede lleguen a ser la misma cosa.
Consolidación de propósitos
Ponerse a escribir, no me cansaré de repetirlo, sirve para anclar y consolidar propósitos. Pasar un pensamiento a escrito nos obliga a pensarlo, escrutarlo y reflexionarlo. Nos ayuda a percibir contradicciones y bondades en las que no habíamos reparado. También, claro está, favorece la generación de ideas, su orden, su integración, su compromiso con la acción a la que da lugar.
La escritura, además de refinar nuestra capacidad para pensar y exponer lo que pensamos, nos compromete con lo pensado y con lo que continuamente nuestra mente proyecta, creando así las bases para que la acción a la que pueda dar lugar resulte más productiva y provechosa en todos los órdenes de la vida.
La vida más allá de la escritura
Con este artículo podría parecer que me estoy dirigiendo a escritores en ciernes. Es decir, que estoy animando a las personas a que se hagan escritoras. En realidad, esta propuesta no tiene la intención de ello sino, más bien, animar a habilitar la escritura como parte de un proceso mayor consistente en comprender mejor el mundo en el que participamos.
Como si se tratara de una cámara, con la que uno sale de casa dispuesto a descubrir y fotografiar nuevos aspectos del paisaje por el que uno transita todos los días, para evitar convertir en rutina su modo de ver. Y es así cómo nos tomamos la escritura: como manera de refinar la observación, la percepción, la acción.
Escribir para mejorar la identidad.
Escribir para mejorar la visión.
Escribir para mejorar la acción.
Escribir, sin más.