domingo, 2 de febrero de 2014

La influencia de Saturno: claves para mejorar tu trabajo



Es el planeta que organiza nuestro sentido de lo posible y pone límites a la fantasía desmedida. Descubrí dónde estaba el año en que naciste y optimizá tu forma de trabajar.
  • por  Beatriz Leveratto
Saturno
Thinkstock Photos | Saturno
La astrología  aporta información más allá del signo que todos conocemos que es el del sol al nacer. La Carta Natal opera como un mapa de vida. Uno de sus significados es el del planeta Saturno, que representa como estructurar, dar sostén, trabajar y poner orden. Simboliza la capacidad para conectar con la realidad objetiva y superar los caprichos individuales. Es la ley de lo irrefutable, la ley de gravedad, “Cronos”: el paso del tiempo. Muestra la capacidad o no, para aceptar límites y vincularnos con la autoridad. Ligado a experiencias vividas respecto al padre, describe el diseño que existe en nuestro psiquismo ligado al rol de autoridad, jefes o padres.
Saturno organiza nuestro sentido de lo objetivamente posible, pone márgenes a la fantasía desmedida. Obliga a madurar para desarrollar estructura y sentido de la realidad, lleva a superar creciendo a través de las frustraciones y de las situaciones de represión o inhibición.
Saturno tarda casi veintinueve años en realizar su recorrido alrededor del sol, al dividir ese tiempo en doce signos tendremos un período de poco menos de dos años y medio por cada signo. Se obtiene información más precisa al realizar la Carta Natal, pues aporta más datos al individuo según el área de influencia en donde se encuentra este planeta y los aspectos que recibe.
Aquí aportamos información de Saturno en su paso por cada signo y detallamos durante qué años estuvo en cada signo como claves para desarrollar una vida social y laboral más satisfactoria. Saturno puede ayudar a ponernos al servicio de propósitos superiores, al servicio a la comunidad: funciona como llave para encontrar nuestro lugar en el mundo.
Descubrí dónde estaba Saturno el año en que naciste como clave para mejorar tu forma de trabajar.

Saturno en signos de Fuego
Desarrolla sostén y estructura confiando en la propia intuición. Obtiene seguridad, no tanto en lo concreto de la realidad sino siendo fiel a lo que a uno le gusta, dando crédito a la propia  visión.
Saturno en Aries. Estructura siendo iniciador y confiando en el propio impulso. No es un lugar muy cómodo para Saturno, pues invita a correr riesgos, sugiere arriesgarse a ser líder en lo laboral y atreverse a plasmar nuevas ideas en la propia tarea.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre abril 1937 y noviembre de 1939. Excepto el período ubicado entre el 14 de octubre de 1937 y el 14 enero 1938.
-Entre el 22 de septiembre de 1939 y el 20 de marzo de 1940.
-Entre marzo de 1967 y abril de 1969.
-Entre abril de 1996 y junio de 1998.
-Entre el 25 de octubre de 1998 al 28 febrero de 1999.
Saturno en Leo. Estructura arriesgándose en proyectos originales, ligados al arte y a la creatividad. Confiando en la expresión de lo más genuino del propio corazón. Son sus propios consejeros.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre agosto de 1946 y septiembre de 1948. También el período entre 2 abril de 1949 y el 29 de mayo de 1949.
-Entre septiembre de 1975 y noviembre de 1977. Excepto el período entre el 14 de enero de 1976 y el 5 de junio 1976.
-Entre el 4 enero de 1978 y el 26 de julio de 1978.
-Entre julio de 2005 hasta septiembre de 2007.
Saturno en Sagitario. Estructura en ámbitos lejanos, con el turismo, los viajes, la enseñanza y, también, en la búsqueda de lo trascendente. Son excelentes profesores, maestros o guías espirituales o de ideologías.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre febrero de 1926 y noviembre de 1929. También en el período entre el 4 de mayo de 1929 y el 29 de noviembre de 1929.
-Entre enero de 1956 y enero de 1959. Excepto en el período entre el 13 de mayo de 1956 y el 10 de octubre de 1956.
-Entre noviembre de 1985 y febrero de 1988. También el período entre el 10 de junio de  1988 y el 12 de noviembre 1988.

Saturno en signos de Aire
Desarrolla sostén y estructura confiando en la comunicación, en el intelecto y en lo mental. Obtiene seguridad en áreas que son muy inasibles: en la vincularidad, la oratoria, la comunicación y la enseñanza.
Saturno en Géminis. Estructura animándose a jugar muchas y variadas posibilidades, se estructuran experimentando.  Deberán tolerar la paradoja de desarrollar sostén, firmeza y seguridad en ámbitos duales, haciendo más de un trabajo, hablando, viajando, jugando y enseñando.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre mayo de 1942 y junio de 1944.
-Entre junio de 1971 y agosto de 1973. Excepto el período entre el 9 de enero de 1972 y el 21 de febrero 1972.
-Entre el 7 de enero de 1974 y el 18 de abril de 1974.
-Entre agosto de 2000 hasta marzo de 2003. Excepto el período del de 15 octubre de 2000 al 20 de abril de 2001.
Saturno en Libra. Estructura a través del encuentro con el otro, complementándose, trabajan muy bien en sociedad. Saben apreciar la ley de las formas estéticas, puras e ideales: profesiones ligadas a la estética, la belleza, las formas sociales, las leyes y la política.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre noviembre de 1950 hasta octubre de 1953. Excepto el período entre el 7 de marzo de 1951 al 13 agosto 1951.
-Entre septiembre de 1980 hasta noviembre de1982. También el período entre el 6 de mayo de 1983 y el 24 de agosto de 1983.
-Entre octubre de 2009 hasta Octubre de 2012. Excepto el período entre el 7 de abril de 2010 y el 21 de julio de 2010.
Saturno en Acuario. Estructura conectando constantemente con la creatividad y el cambio. El sostén y la seguridad se dan en la red, interactuando con varias personas. Recicla continuamente, nada es seguro, sólo el estricto presente. Encuentran sostén laboral confiando en la renovación creativa de formas: en trabajos de avanzada, solidarios, conectando personas y criterios diferentes, o en terrenos artísticos o esotéricos.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre febrero d 1932 y febrero de 1935. Excepto el período entre el 13 de agosto de 1932 y el 19 de noviembre de 1932.
-Entre enero de 1962 y marzo de 1964.
-Entre febrero de 1991 y mayo de 1993.
-Entre el 30 de junio de 1993 y el 28 de enero de 1994.

Saturno en signos de Tierra
Estructura confiando en lo concreto y material. Es el elemento más cómodo para Saturno. Obtiene seguridad en áreas donde se privilegia lo concreto y la materia: bancos, finanzas, campos, industrias alimenticias, edificaciones, negocios inmobiliarios.
Saturno en Tauro. Estructura confiando en el pleno contacto de las necesidades orgánicas de la materia. En ámbitos gastronómicos o de ganadería. Con perseverancia, tesón y firmeza.  Imponen su propio estilo, con peso propio y capacidad para no claudicar en lo que se cree la propia profesión.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre noviembre de 1939 y mayo de 1942. Excepto el período entre el 22 de septiembre de 1939 y el 20 de marzo de 1940.
-Entre abril de 1969 y junio de 1971. También en el período entre el 9 de enero de 1972 y el 21 de febrero de 1972.
-Entre junio de 1998 y agosto de 2000. Excepto el período entre el 25 de octubre de 1998 y el 28 febrero de 1999.
-Entre el 15 de octubre de 2000 y el 20 de abril de 2001.
Saturno en Virgo. Estructura conectando con el orden profundo de la realidad, sabiendo trabajar en equipo, siendo parte de un sistema, aprendiendo a tener conciencia de ser una herramienta funcional a un todo superior. Grandes críticos y excelentes observadores de la realidad. Perfeccionistas y eficientes trabajadores.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre septiembre de 1948 y noviembre de 1950. Excepto en el período entre el 2 de abril de 1949 y el 29 de mayo de 1949.
-Entre el 7 de marzo de 1951 y el 13 de agosto de 1951.
-Entre noviembre de 1977 y septiembre de 1980. Excepto el período entre el 4 de enero de 1978 y el 26 de julio de 1978.
-Entre septiembre de 2007 y octubre de 2009.
-Entre el 7 de abril de 2010 y el 21 de julio de 2010.
Saturno en Capricornio. Estructura trabajando esforzadamente, necesita  ámbitos con pautas claras, donde se respetan las normas y la ley. En trabajos donde la prioridad sea seguir un orden, siendo fiel a normas claras o a criterios unificados. Gran capacidad de trabajo y máxima exigencia en cada tarea que se realiza.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre noviembre de 1929 y febrero de 1932. Excepto entre el 4 de mayo de 1929 y el 29 de noviembre de 1929.
-Entre el 13 de agosto de 1932 y el 19 de noviembre de 1932.
-Entre enero de 1959 y de enero de 1962.
-Entre noviembre de 1988 a febrero de 1991. Excepto entre el 10 junio de 1988 y el 12 de noviembre de 1988.

Saturno en signos de Agua
Estructura confiando en el mundo emocional. No es un suelo muy firme, no es un lugar muy cómodo para desarrollar estabilidad. Se obtiene seguridad en el universo de los sentimientos, en el mundo sensible: terapeutas, médicos, novelistas, escritores, empresas familiares o emprendimientos asociados al agua.
Saturno en Cáncer. Estructura conectando con las necesidades afectivas. Para trabajar de manera más eficiente necesita la contención amorosa y no tanto el deber social o la exigencia. La forma de estructurarse es en contacto con los sentimientos, siendo fiel a lo que le pasa por dentro, con alta subjetividad.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre junio de 1944 y agosto de 1946.
- Entre agosto de 1973 y julio de 1975. Excepto entre el 7 de enero 1974 y el 18 de abril de 1974.
- Entre el 14 enero de 1976 y el 5 de junio de 1976.
- Entre marzo de 2003 y julio de 2005.
Saturno en Escorpio. Estructura en la compleja trama de deseos y oscuridades del mundo sensible, atreviéndose a conectar con la intensidad afectiva, contactando con el poder, con lo fusionante, con modos intensos, con las experiencias más negadas como la muerte, el poder y el sexo.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre diciembre de 1923 y septiembre de 1926. Excepto entre el 6 de abril de 1924 y el 13 de septiembre de 1924.
-Entre octubre de 1953 hasta enero de 1956.
-Entre el 13 de mayo de 1956 y el 10 de octubre 1956.
-Entre noviembre de 1982 y noviembre de 1985. Excepto entre el 6 de mayo de 1983 y el 24 de agosto 1983.
-Entre octubre de 2012 y diciembre de 2014.
Saturno en Piscis. Estructura a través del mundo híper sensible, en contacto con las necesidades universales, con el todo, con lo oceánico, con lo onírico, con el arte y con la música.
Personas nacidas en los siguientes períodos:
-Entre febrero de 1935 y abril de 1937.
-Entre el 14 de octubre de 1937 y el 14 de enero de 1938.
-Entre marzo de 1964 y marzo de 1967. Excepto entre el 16 de septiembre de 1964 y el 16 de diciembre de 1964.
-Entre mayo de 1993 hasta abril de1996. Excepto entre el 30 de junio de 1993 y el 28 de enero de 1994.

Beatriz Leveratto es astróloga y tarotista. Da clases en su Escuela de Astrología y Tarot.

viernes, 24 de enero de 2014

POR QUE HAY UN PA KUA PARA EL HEMISFERIO NORTE Y OTRO PARA EL HEMISFERIO SUR? Feng Shui


POR QUE HAY UN PA KUA PARA EL HEMISFERIO NORTE
Y OTRO PARA EL HEMISFERIO SUR?










PA KUA HEMISFERIO NORTE   PA KUA HEMISTERIO SUR









Diferencia entre los Hemisferios Norte y Sur.


En el Hemisferio Norte; mirar al sur es ver el sol,

sentir el calor,


el punto más luminoso,


la mejor orientación,


el lado Yang.


Es el elemento Fuego.


Mientras que en el Hemisferio Sur es lo opuesto.


El Sur es la luna,


la noche,


el frio,


el lado Yin.


El elemento Agua.


Cada hemisferio, debido a la rotación y al campo magnetico terrestre


tiene características bio energéticas distintas, el efecto Coriolis.


Debido a la aceleración producida por la rotación del planeta sobre su eje,


todo movimiento, tiende a desviarse hacia la derecha en el hemisferio norte


y hacia la izquierda en el hemisferio sur.


Como consecuencia, las corrientes marinas


tienden a girar en el sentido de las agujas del reloj en el Hemisferio Norte


y en sentido contrario en el Hemisferio Sur.


El Feng Shui es el Arte de la Ubicación.


Debido a que es una Geomancia, se basa en la relación con la naturaleza,


relieves, asoleamiento, puntos cardinales, etc.


Por lo tanto es necesario adaptarlo a nuestro hemisferio.

La envidia y el síndrome de Solomon

La envidia y el síndrome de Solomon

La envidia y el síndrome de Solomon

Formamos parte de una sociedad que tiende a condenar el talento y el éxito ajenos

La envidia paraliza el progreso por el miedo que genera no encajar con la opinión de la mayoría

Uno de los mayores temores del ser humano es diferenciarse del resto y no ser aceptado

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En 1951, el reconocido psicólogo estadounidense Solomon Asch fue a un instituto para realizar una prueba de visión. Al menos eso es lo que les dijo a los 123 jóvenes voluntarios que participaron –sin saberlo– en un experimento sobre la conducta humana en un entorno social. El experimento era muy simple. En una clase de un colegio se juntó a un grupo de siete alumnos, los cuales estaban compinchados con Asch. Mientras, un octavo estudiante entraba en la sala creyendo que el resto de chavales participaban en la misma prueba de visión que él.
Haciéndose pasar por oculista, Asch les mostraba tres líneas verticales de diferentes longitudes, dibujadas junto a una cuarta línea. De izquierda a derecha, la primera y la cuarta medían exactamente lo mismo. Entonces Asch les pedía que dijesen en voz alta cuál de entre las tres líneas verticales era igual a la otra dibujada justo al lado. Y lo organizaba de tal manera que el alumno que hacía de cobaya del experimento siempre respondiera en último lugar, habiendo escuchado la opinión del resto de compañeros.
La conformidad es el proceso por medio del cual los miembros de un grupo social cambian sus pensamientos, decisiones y comportamientos para encajar con la opinión de la mayoría”
(Solomon Asch)
La respuesta era tan obvia y sencilla que apenas había lugar para el error. Sin embargo, los siete estudiantes compinchados con Asch respondían uno a uno la misma respuesta incorrecta. Para disimular un poco, se ponían de acuerdo para que uno o dos dieran otra contestación, también errónea. Este ejercicio se repitió 18 veces por cada uno de los 123 voluntarios que participaron en el experimento. A todos ellos se les hizo comparar las mismas cuatro líneas verticales, puestas en distinto orden.
Cabe señalar que solo un 25% de los participantes mantuvo su criterio todas las veces que les pre­­guntaron; el resto se dejó influir y arrastrar al menos en una ocasión por la visión de los demás. Tanto es así, que los alumnos cobayas respondieron incorrectamente más de un tercio de las veces para no ir en contra de la mayoría. Una vez finalizado el experimento, los 123 alumnos voluntarios reconocieron que “distinguían perfectamente qué línea era la correcta, pero que no lo habían dicho en voz alta por miedo a equivocarse, al ridículo o a ser el elemento discordante del grupo”.
A día de hoy, este estudio sigue fascinando a las nuevas generaciones de investigadores de la conducta humana. La conclusión es unánime: estamos mucho más condicionados de lo que creemos. Para muchos, la presión de la sociedad sigue siendo un obstáculo insalvable. El propio Asch se sorprendió al ver lo mucho que se equivocaba al afirmar que los seres humanos somos libres para decidir nuestro propio camino en la vida.

La luz de Nelson Mandela

ILUSTRACIÓN DE JOSÉ LUIS ÁGREDA
Después de 27 años en la cárcel y ser elegido en 1994 presidente electo de Sudáfrica, Nelson Mandela compartió con el mundo entero uno de sus poemas favoritos, escrito por Marianne Williamson: “Nuestro temor más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro temor más profundo es que somos excesivamente poderosos. Es nuestra luz, y no nuestra oscuridad, la que nos atemoriza. Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres para no serlo? Infravalorándote no ayudas al mundo. No hay nada de instructivo en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras cerca de ti. Esta grandeza de espíritu no se encuentra solo en algunos de nosotros; está en todos. Y al permitir que brille nuestra propia luz, de forma tácita estamos dando a los demás permiso para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, automáticamente nuestra presencia libera a otros”.
Más allá de este famoso experimento, en la jerga del desarrollo personal se dice que padecemos el síndrome de Solomon cuando tomamos decisiones o adoptamos comportamientos para evitar sobresalir, destacar o brillar en un grupo social determinado. Y también cuando nos boicoteamos para no salir del camino trillado por el que transita la mayoría. De forma inconsciente, muchos tememos llamar la atención en exceso –e incluso triunfar– por miedo a que nuestras virtudes y nuestros logros ofendan a los demás. Esta es la razón por la que en general sentimos un pánico atroz a hablar en público. No en vano, por unos instantes nos convertimos en el centro de atención. Y al exponernos abiertamente, quedamos a merced de lo que la gente pueda pensar de nosotros, dejándonos en una posición de vulnerabilidad.
El síndrome de Solomon pone de manifiesto el lado oscuro de nuestra condición humana. Por una parte, revela nuestra falta de autoestima y de confianza en nosotros mismos, creyendo que nuestro valor como personas depende de lo mucho o lo poco que la gente nos valore. Y por otra, constata una verdad incómoda: que seguimos formando parte de una sociedad en la que se tiende a condenar el talento y el éxito ajenos. Aunque nadie hable de ello, en un plano más profundo está mal visto que nos vayan bien las cosas. Y más ahora, en plena crisis económica, con la precaria situación que padecen millones de ciudadanos.
Detrás de este tipo de conductas se esconde un virus tan escurridizo como letal, que no solo nos enferma, sino que paraliza el progreso de la sociedad: la envidia. La Real Academia Española define esta emoción como “deseo de algo que no se posee”, lo que provoca “tristeza o desdicha al observar el bien ajeno”. La envidia surge cuando nos comparamos con otra persona y concluimos que tiene algo que nosotros anhelamos. Es decir, que nos lleva a poner el foco en nuestras carencias, las cuales se acentúan en la medida en que pensamos en ellas. Así es como se crea el complejo de inferioridad; de pronto sentimos que somos menos porque otros tienen más.
“Ladran, luego cabalgamos”
(dicho popular)
Bajo el embrujo de la envidia somos incapaces de alegrarnos de las alegrías ajenas. De forma casi inevitable, estas actúan como un espejo donde solemos ver reflejadas nuestras propias frustraciones. Sin embargo, reconocer nuestro complejo de inferioridad es tan doloroso, que necesitamos canalizar nuestra insatisfacción juzgando a la persona que ha conseguido eso que envidiamos. Solo hace falta un poco de imaginación para encontrar motivos para criticar a alguien.
El primer paso para superar el complejo de Solomon consiste en comprender la futilidad de perturbarnos por lo que opine la gente de nosotros. Si lo pensamos detenidamente, tememos destacar por miedo a lo que ciertas personas –movidas por la desazón que les genera su complejo de inferioridad– puedan decir de nosotros para compensar sus carencias y sentirse mejor consigo mismas.
¿Y qué hay de la envidia? ¿Cómo se trasciende? Muy simple: dejando de demonizar el éxito ajeno para comenzar a admirar y aprender de las cualidades y las fortalezas que han permitido a otros alcanzar sus sueños. Si bien lo que codiciamos nos destruye, lo que admiramos nos construye. Esencialmente porque aquello que admiramos en los demás empezamos a cultivarlo en nuestro interior. Por ello, la envidia es un maestro que nos revela los dones y talentos innatos que todavía tenemos por desarrollar. En vez de luchar contra lo externo, utilicémosla para construirnos por dentro. Y en el momento en que superemos colectivamente el complejo de Solomon, posibilitaremos que cada uno aporte –de forma individual– lo mejor de sí mismo a la sociedad.