jueves, 11 de julio de 2013

El arte de la relajación consciente


Colaborador: Ramón Luengo

El Secreto de gente como tú: Desarrollo del Potencial Humano, Coaching Creativo

E-mail: felizapesardetodo@gmail.com Web: clientesybeneficios.es Tel:34 619 24 55 47


"Cuando se dominan los pequeños momentos, el gran momento está cerca". Cita Budista.


Estar relajado y consciente es un estado muy valioso porque sienta las bases de la calma y la conciencia diaria, hacerlo en cualquier situación es el equivalente mental a estar en forma y gozar de buena salud. Al relajarnos no sólo quitamos las tensiones y aflojamos el cuerpo, sino que también nos deshacemos de las preocupaciones mentales que llevaron a nuestro cuerpo a ponerse en tensión.


Muchas personas “olvidan o pierden” su capacidad de relajarse después de una circunstancia que ha provocado un fuerte estrés, o tras años de mantenerse en una tensión crónica, y se cuentan por millones las que necesitan tomar algún tipo de medicación para una función tan básica y natural como debiera ser dormir.

Esta incapacidad para relajarse fácilmente suele conducir a una pobre calidad de vida plagada de problemas de salud.

¿Qué es y qué no es relajarse?
Lo primero que debemos tener claro es qué es y qué no es relajarse.

Los talleres de gestión del estrés siempre los empiezo con dos preguntas, una de ellas es para saber qué asocian las personas que acuden al taller con la sensación de relajación y una de las respuestas más habituales es del tipo “estar en la bañera con música suave y mucha espuma”.

La mayoría de las personas tienden a asociar el estar relajado con estar en un lugar tranquilo con los ojos cerrados, sin hacer nada y dejando que la mente vaya de un lado para otro, con pensamientos tranquilos y agradables, en un estado entre el sueño y la fantasía, qué duda cabe que es un estado agradable al que a todo el mundo le gusta acceder y que, desde luego, es muy recomendable, aunque en realidad es un estado de cuerpo dormido y mente fuera de control.

Lo primero que enseño es que la relajación consciente es una facultad de la mente humana que aporta múltiples beneficios. Estar relajado y consciente es un estado muy valioso porque sienta las bases de la calma y la conciencia diaria, aprender a relajarse de manera consciente y hacerlo con rapidez, en cualquier situación es el equivalente mental a estar en forma y gozar de buena salud.

Al relajarnos no sólo quitamos las tensiones y aflojamos el cuerpo, sino que también nos deshacemos de las preocupaciones mentales que llevaron a nuestro cuerpo a ponerse en tensión.

Relajación en la vida diaria
La primera práctica que propongo en los talleres de gestión del estrés es aprender a relajarse de manera consciente y hacerlo con rapidez, evidentemente la primera vez lo hacemos en un lugar que “teóricamente” es tranquilo, con los ojos cerrados (algunos talleres son en sitios realmente tranquilos, en otros se oyen personas conversando en recepción, niños jugando en un parque cercano… Esto es lo que llamo “Relajación en la vida diaria”), pero con la práctica enseguida nos podremos relajar en los pequeños momentos: mientras comemos, hablamos, conducimos o incluso, mientras mantenemos una discusión. Al estar más relajados durante el día obtendremos enormes beneficios para nuestra salud.

Con la práctica podemos relajar el cuerpo y mantener la mente consciente en cualquier situación, os dejo un ejercicio que funciona muy bien cuando vamos con prisa y nos tenemos que parar en un semáforo en rojo, es una relajación sencilla concentrándonos en la respiración, mientras detectamos y disolvemos las tensiones de nuestro cuerpo, pruébalo y transforma tu modo de relacionarte con los semáforos, disfrútalos!

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